viernes, 12 de noviembre de 2010

Reflexiones sobre Monegros Non Stop.


En tres semanas nos veremos inmersos en la Monegros Non Stop de 140 kilómetros.

Vamos a ver cómo evolucionan los entrenamientos hasta entonces y también la climatología.

Aún no sabemos cómo afrontaremos esta carrera. Tenemos que repasar los perfiles y dependerá mucho de las previsiones metereológicas para esos días.

Pero nos vamos a mojar con lo que creemos que sería una estrategia ideal.

Lo ideal sería ausencia de lluvias y viento, y temperaturas por debajo de los 5º C.

Está claro que se debería  aprovechar muy bien las primeras horas de competición. Al salir a las cinco de la tarde, se tendrá toda una noche por delante. No estaría de más que las temperaturas fueran negativas, que es como los perros andarían mucho mejor .


Esperamos que nuestros perros afronten cada tramo con decisión, y sin excesivo cansancio.

En estas condiciones se pasaría de largo por Miramón para llegar por primera vez a Castejón de Monegros. En esta tirada por encima de los 45 kilómetros seria conveniente ser especialmente cuidadosos con el ritmo de los perros, evitando el exceso de euforia en los kilómetros iniciales. Seria interesante parar  sobre el kilómetro 25 para dar un pequeño sorbo de agua, que bien se podría hacer hacer coincidir en Miramón y si no hay ningún imprevisto, directos al check point de Castejón.

Si las condiciones climatológicas fueran buenas, la parada en Castejón  sería de cuatro horas exactamente. El handler debería estar anticipando la llegada de su equipo, para que en los 20-25 primeros minutos  de la parada se les diera a los perros el 75% de ración diaria de comida en agua caliente con malto. Se dejaría descansar los perros en la misma línea de tiro, como se hace en las grandes pruebas de larga distancia.

Si no hubiera síntomas evidentes de cansancio, hubieran comido e hidratado bien, se debería realizar la segunda tirada, por encima de los 40 kilómetros, y para ello se pasaría de largo por el check point de Monegrillo la primera vez, para llegar a este mismo lugar por segunda vez. Parada sobre el kilómetro 25 para dar un pequeño sorbo de agua.

En este check point se pararía las cuatro horas obligatorias, más la compensación correspondiente.

Otra vez, el handler debería anticiparse a la llegada del equipo, para alimentar e hidratar a los perros en los minutos iniciales del descanso.
En ausencia de imprevistos, se saldría a recorrer los últimos 50 kilómetros sobre las 7:30 de la madrugada del domingo, para entrar en línea de meta antes del mediodía.

Los perros deberían de correr con botines la totalidad del trayecto (en ausencia de agua y barro). Es muy importante la hidratación en las paradas y observar que todos los perros comen, síntoma de que los perros están bien.

En unas condiciones como las que hemos detallado, esta estrategia es factible. Se nos ocurren otras más arriesgadas, y más conservadoras, pero no es el caso que nos ocupa.

Si nos encontramos viento, lluvia, calor, factores que no podemos controlar, la previsión de tiempo en carrera no se cumplirá y aunque mantuviéramos el descanso mínimo de 8 horas más la compensación, nos meteríamos en las horas centrales del domingo y eso sería un serio problema, y puede que hasta una inconsciencia.

También puede pasar que a los perros se les atraganten tantos kilómetros y se cansen en exceso, debiendo parar más horas de las mínimas, y nos encontraríamos otra vez en las horas centrales del día.

Variables hay muchas, pero lo expuesto ahí arriba bien podría ser nuestra estrategia en carrera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario