viernes, 30 de marzo de 2012

Epílogo 2012. (2ª parte: In memóriam.)

Hay veces que lo de informar y tratar de ser fiel a la verdad se hace difícil.
Realmente, ha sido la Finn más dura. Posiblemente sea la más difícil de olvidar.

El día 8 de marzo Nogara guardó silencio en este blog.

En muchísimos años de mushing, que pueden haber sido cerca de 1000 entrenamientos, se pueden dar situaciones de todo tipo... Tanto en tierra como en nieve, hemos tenido entrenamientos más sencillos y más complicados (accidentados, descentrados, alguno hasta peligroso)... pero nunca habíamos tenido un entrenamiento negro.

Durante los primeros días de este viaje, ya comentamos las situaciones de peligro que se habían producido.
El 8 de marzo la incidencia fue grave.
El resultado fue que el equipo titular para la línea de salida quedó automáticamente decretado.

A Pepsi lo perdimos para esta ocasión.
A Alta la perdimos para siempre.

Otros mushers que entrenaban también en los alrededores del Alta Strand Camping, y que ayudaron a retener al tiro, nos dijeron que "no sería la primera ni la última vez que pasaba..." o que "eso pasa hasta en los mejores kennnels"... Se agradece, pero ni consuela, ni alivia, ni calma...

Debemos agradecer a la organización de Finnmarkslopet la celeridad con que evacuaron al equipo y la discreción con que "no comentaron" el tema, y la atención veterinaria, que se ocupó de nuestros chicos con delicadeza y profesionalidad.


Alta....

Con apenas 1 mes, se le quedó atrapada una pata entre dos tablas de la caseta.

Por unos días, fue la alegría de nuestra pequeña UCI, e hizo muchos amiguetes (que se enroscaban para hacer una cuna o se"tragaban" una bolsa de agua caliente para dormir por la noche).

Alta fue una cachorra especial. Tuvo nombre antes de ser engendrada, como Skaidi.

Decidimos ponerle ese nombre a la que salió con la cara más blanca... y luego abrió los ojazos azules (que tienen las tres hermanas)... Nieve y cielo.

Algo tímida, pero muy formal y trabajadora.

Con todo lo bruto que es su hermano Skaidi, era en ella en quien se refugiaba cuando se asustaba, como si fuera su "zona segura".

Mientras sus hermanos husmeaban por ahí o correteaban, ella esperaba a ver qué hacían "los mayores".


Salía al tiro a ser enganchada y, tal cual le atabas los mosquetones, se tumbaba a la espera, sin alborotar... (Skaidi no sabía muy bien si tumbarse como ella o ladrar batiendo patas como su madre... así que se quedaba a medio camino, sentado, y observando ir y venir al resto a atar al tiro...)

Y muchos mushers pensarán que esos son atributos estupendos de casi cualquiera de sus perros...
Pero en este tema nos negamos a ser imparciales. Era una de los nuestros.

No quisimos comunicarlo antes por no preocupar más a los que esperaban noticias bajo el Pirineo y, para qué negarlo, porque dolía (y aún duele).

Aquel día sólo le dejamos una frase: Ave, Alta....
Aún te dedicaremos una meta más que una salida, si Dios quiere.
Nos volveremos a ver.

1 comentario:

  1. Fernando:
    Donde sea que se haya ido Alta, quizás se encuentre a Iska.
    Y juntas, esperemos, nos puedan ver muchas veces más persiguiendo no se que por la inmensidad de Finnmark.
    Un abrazo.
    Marçal y Laura

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