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Muy lejos de la película esta crónica trata de accidentes. Nuestro remolque nos está dando trabajo. Por dos veces lo hemos tenido que desenganchar y una nos lo remolcó Miquei y la otra un noruego con la ayuda de su simpático padre. Sacris se fue a la cuneta y nos las vimos entre todos para devolver la furgo a la carretera.

La labor de hoy ha sido más dura. Acabado el entrenamiento en Joatka con una gran ventisca, nos ponemos en movimiento hacia Alta. La carretera había desaparecido debajo de casi medio metro de nieve polvo. Toda la expedición a poner cadenas y tirar largo rato de palas. Mientras, unos noruegos (vikingos sin trenzas) como armarios, que venían de trastear con motos de nieve por la zona, miraban desde el costado, y sus coches detrás de los nuestros. Nos han dejado tirar de palas, y al final sí se han puesto a empujar furgonetas y remolques hasta que todos hemos salido del atolladero.

Por otra parte, sumamos ya 250 Km. Los perros empiezan a saber moverse en estas condiciones. Hemos entrenado en zonas donde se hunden hasta los hombros, pero empiezan a buscar huellas buenas, siguen los palos del trazado, y han cogido un ritmo de trote, del que estamos muy contentos. El ritmo es bueno, la disposición, mejor. Comen bien casi todos, y no hay problemas de plantares.

Ayer hicimos un entrenamiento de 54 Km, totalmente en solitario. Los demás equipos salieron algo más tarde. Fue un día precioso,de sol, con temperaturas de entre -20 y -25ºC. Todo el trayecto fue sobre ríos y lagos helados, en Suossjavri. Al final, el frío te sube desde los pies a la cabeza.
Hoy hemos realizado un entrenamiento de 30 Km., ya que nos hemos encontrado la traza sin pisar, y el castigo iba a ser excesivo para tan poco beneficio.

Mañana tocan otros 50 km. en la zona de Desitka.

Mientras colgamos esta crónica, después de la merecida cena tras el palizón de hoy, ha empezado a llover. Han subido mucho las temperaturas y esto puede ser un problema.

Seguiremos informando.