Aclimatándonos. Primer entrenamiento.

Llegamos sobre las seis de la tarde del domingo con mucho frío, el calefactor no funcionaba y la calefacción de la furgo no daba abasto. En Finlandia hace mucho frío, más cuando ves el cartel de “entrada en el círculo polar” (que la foto atestigua), y entramos en Noruega y lo seguía haciendo. Total, sólo han sido – 29 ºC para estrenarnos en la primera amanecida de esta aventura tan al norte. Una vez aquí, el calefactor funcionó sin más (lo comentaremos con Iker Jiménez), pero en el habitáculo no conseguíamos que la temperatura subiera de 5-6 ºC. Menos mal que Begoña y José Ignacio nos esperaban en el camping de Alta y nos alojamos en una cabaña de madera. Un rato más tarde, llegaron también Helena y Miguel Ángel, y cenamos todos juntos.

Desde Estocolmo hasta cerca de Alta estuvo nevando. Fueron 1.800 kilómetros conduciendo sobre nieve, que nos sirvieron para un doctorado rápido en este medio, para ello sólo nos comimos tres rotondas que Mª Angustias no nos avisó, pero sin mayores consecuencias que el susto (claro, las tienen acolchadas de nieve).

Todo el lunes hicimos recados por Alta, recogiendo la carne que suministra Roger Dahl, para los perros, comprando monos de trabajo (de los que usan los “currelas” de aquí que, como siempre, no tienen nada que ver con los españoles… casi no hace falta chaqueta debajo!).

Hoy hemos hecho el primer entrenamiento, sobre el río Alta, con Miguel Ángel y José Ignacio (y Begoña en el saco de José Ignacio, y Noe en el nuestro). Los paisajes siguen siendo impresionantes.

Los chicos han trabajado con ganas.

Saludos y besos (eso sí, muy fríos) para familias e interesados varios.

P.D.: mientras metíamos este texto, nos ha visitado de nuevo la Aurora (la boreal). Si en foto impresiona, en movimiento... sobrecoge.